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Me ensañaron de qué iba el juego, pero no a utilizar mis cartas

Ser autores de nuestra biografía es el nombre más adecuado para lo que equívocamente se llama “libertad”. Es un proceso de liberación, de autoría, más que una propiedad intrínseca del ser humano. Es absolutamente falso que nazcamos libres. Nacemos sometidos, débiles e impotentes. La miseria, la ignorancia, el dogmatismo, la tiranía, la falta de control personal, la enfermedad, son graves obstáculos. Tenemos que contar con las circunstancias y con la suerte. La libertad consiste en limitar el poder del destino, de la casualidad y de la situación. Nuestro margen de acción es el de un buen jugador de póquer. La educación tendría que consistir fundamentalmente en jugar bien con las cartas que se tienen, que pueden ser malas.” (Hablemos de la vida. Nativel Preciado, José Antonio Marina; Ediciones Temas de Hoy, S.A. 2002)

¿Por qué tengo la sensación de que se nos educó, y se sigue educando, en la uniformidad y no en la diferencia?.

¿Por qué no puedo evitar pensar que se nos sigue educando para ser “efectivos”, “preparados”, “competitivos”, “cualificados”… obviando que estamos hechos para ser personas? Como si la capacidad para las relaciones interpersonales fuera una cualidad innata en todos.

Este es un tema complejo y muy amplio. Yo no tengo capacidad para abordarlo, pero nadie puede negarme el derecho a hacerme preguntas, incluso en voz alta.

Creo que los siguientes vídeos son muy interesantes y dan mucho para pensar. Los aconsejo vivamente.

  Paradigma del sistema educativo



 Piensa diferente, vive diferente