Hace más de
veinte años compuse esta canción que ha supuesto una dulce herida en mi diario.
A lo largo de los años me he tenido que despedir de grandes amigos en Ceuta,
Tanger y Santiago de Compostela.
Es hermoso, al mismo tiempo, saber que están ahí y que son puertos seguros
que me esperan como yo les espero.
A todos los que formáis parte de mi vida compartiendo luces y
sombras... y a los que quedaron a la vera del camino.
Os la ofrezco como preparación para el reencuentro que nos aguarda a la
vuelta de cada esquina.
La vida es un continuo cruce de caminos, lo sé, aunque más allá del espacio
y el tiempo siempre vais conmigo.
“Gracias amigo por ser como eres
por ser quien soy cuando estoy contigo
Mi encuentro contigo es viento para mis alas
Mi mar escondido es puerto que te espera
Muero en ti como muere la ola en la orilla
vestida a veces de blanco, otras de ira
Gracias amigo por no sangrar en palabras
al herir tu silencio con el mío
Como agua fresca penetras mi tierra apretada
Me ayudas valientemente a morir a la vida
Igual que te me vas como arena entre los dedos
me brotas, sin pretenderlo, como el musgo en la piedra
Gracias amigo, sin ti también vivo
pero soy tan feliz cuando estoy contigo
Gracias amigo por ser como eres
por ser quien soy cuando estoy contigo”
por ser quien soy cuando estoy contigo”
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