Redes...

Poesía... reflejo... camino

Pintura sobre lienzo - Ignacio Tusquets


A veces me abandono a la poesía
porque me enfrenta conmigo, mansamente...
pero me enfrenta.
Me dice lo que yo no me atrevo a decir
y me flagela tibiamente con mis miedos
recobrando del dolor de mi mismo
esperanzas olvidadas…
perdidas…
acaso desterradas.

A veces me refugio en la poesía
porque no se de un lugar mejor para perderme
y me despojo allí del hábito que me cubre
de la mirada de los otros…
de mí mismo…
Me refugio en ella porque me se perdido,
porque me se buscando…  

A veces me sumerjo en la poesía
porque no soporto el aire que respiro
y  desisto de la lucha por mantenerme a flote
en un mar henchido de naufragios…
míos…
ajenos…
asumidos…
impuestos…

A veces me embriago de poesía
para olvidarme de olvidarme…
para alcanzar esa torpeza que no permite la huída.
Necesito saber que necesito apoyo ajeno para no caer,
porque es más cruel e insoportable
la certeza de que no se tiene más apoyo que el propio.

A veces, como un fénix, renazco en la poesía
por alguien que me ha desnudado al desnudarse…
me ha confrontado al confrontarse…
me ha encontrado al encontrase…
y me ha tocado como en un sacramento
dando palabra a mi silencio…
porque las palabras provocan silencio…
provocan en silencio…

Por tanto, si yo lo he conseguido,
si al derramarme como lo he hecho
te ves viéndome…

¡Escúchame!...

¡Maldita soledad que nos separa
de todo aquello que no es como nosotros...
…o un reflejo de nosotros!