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Canción: Soledad

Qué bien expresa Mario Benedetti, con esa claridad que le caracteriza, la soledad que hemos vivido todos en algún momento de nuestra vida: "después de la alegría viene la soledad / después de la plenitud viene la soledad / después del amor viene la soledad". Pero no es de esta experiencia de la que quiero hablar hoy. Quiero referirme a esa soledad que es "necesaria para gozar de nuestro propio corazón y para amar" como diría Henry Beyle.


Soy consciente que, como toda realidad humana, es ambivalente y así lo reflejo en la canción que sigue a estas palabras. No obstante parto de la convicción de que si somos capaces de adentrarnos en esa soledad que nos habita a todos y damos un paso más allá, para adentrarnos en nuestro propio misterio, llegaremos al fin a ese lugar de encuentro profundo con nosotros mismos, con los demás e incluso con Dios. Hasta tal punto lo pienso así que soy capaz de afirmar, como Unamuno, que "si no sabemos querernos es porque no sabemos estar solos".

También soy consciente de que esta experiencia es dolorosa, como nacer es doloroso. Pero son estos momentos los que nos permiten "morir a la vida". Merece la pena penetrar en nuestra noche interior y llegar allí donde el alma rompe poco a poco como la semilla aprisionada por su propia tierra sin fuerzas ya para retener más tiempo el nuevo germen. Somos un misterio para nosotros mismos, un hermoso misterio que merece la pena ser desvelado, vivido y expresado.

La canción que presento termina con la imagen de una rosa de cristal que se rompe al caer como lágrimas marchitas de felicidad. Amar es exponerse, entregarse desde la propia fragilidad, ¿por qué no decirlo?... también es sufrir. Pero la última palabra que cierra la composición es felicidad. Termina así porque no podía ser de otra manera. No lo he dicho hasta ahora, pero al hablar de esta soledad he estado hablando, en todo momento, del amor. De un amor en mayúsculas que se hace fecundo incluso en medio del sufrimiento. No menos doloroso, simplemente fecundo. Pero ya hablaremos de eso en otro momento.

Desde la fe hay una imagen que siempre me asalta al presentar esta canción, me refiero al momento en que los discípulos de Jesús le dicen a Tomás que éste ha resucitado y le han visto, pero él contesta que no lo creerá hasta ver “la señal de los clavos” en su cuerpo. El Evangelio dice que ocho días después se le apareció Jesús y mostrándole las heridas le animó a meter la mano en la herida de su costado. Tradicionalmente esta lectura siempre ha servido para hablar de la falta de fe, pero yo veo en ella algo increíblemente esperanzador: Jesús resucitado es el mismo que conocieron los apóstoles en vida. No es otro. Lleva en su cuerpo las heridas, por eso lo reconocen. Esto me hace pensar que Dios quiere hacer de nuestra vida personal y comunitaria “Historia de Salvación” con todo lo que en ella hay. Lo repito: con todo lo que en ella hay. Por tanto, no hay herida, soledad, sufrimiento, sombra, desconcierto que no formen parte de nuestra historia de salvación. Ser personas nuevas, desde Dios, no conlleva la ausencia de heridas, sino haber descubierto el sentido profundo de éstas y hallar en ellas esa fuerza que emana desde nuestra debilidad. Así es el amor desconcertante de Dios.

Esta es una idea que debería traducirse a todas las lenguas conocidas, incluso la digital: Dios quiere hacer de nuestra historia personal Historia de Salvación, con todo lo que en ella hay. ¡Con todo lo que en ella hay!


mim
Soledad
                                                 lam
es la llave que abre y cierra el amor

es paz y tormento
                   Re7
es frío y calor
                                                Sol
es un escenario con un gran telón

que se abre y se cierra
                      Do
para interpretar historias sin fin
                             lam
con el mismo guion
                                                Si7
es un gran espejo que sabe fingir
                                                      mim
al que es imposible ocultar la verdad
           lam
Soledad
                 Re7                      Sol
es una mirada herida en el alma
                             Do
que brota en silencios
                     lam                              Si7
un frágil suspiro que acaricia el tiempo
                      mim
infinito y pequeño.
             lam                        Re7
Alborada de un nuevo destino
                                Sol
entre el cielo y la tierra
                            Do
un cruce de caminos
                        lam                           Si7
una llama al viento que tiembla de sed
                            mim
pasión y pensamiento.
                       lam                             Re7
Una hoja de otoño que aprendió a morir
                            Sol                            Do
y el llanto de un niño que empieza a vivir,
                                 lam                               Si7
es como el agua del río que va a parar al mar...
mim
Soledad...
                 lam                        Re7
rosa de cristal que rompió al caer
                  Sol
música callada
Do                     lam              Si7
lágrimas marchitas de felicidad.




Concierto en Roncesvalles - Navarra - 2017

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