Redes...

Historia de una canción


Este sábado, 4 de abril de 2020, falleció Luis Eduardo Aute. Cantautor que entre erotismo, ironía y rigor, desarrolló toda una filosofía -vestida de acordes- sobre multitud de temas fundamentales para el ser humano: la belleza, el amor, el sexo, la duda, el dolor, la amistad, la muerte, la vida, la religión,  el Universo, el poder, el mercado,  el laicismo, el ateísmo, la política, etc. 

Nos ha dejado un músico, con ausencia de pudor para desnudarse en manos de una guitarra. Un intimista que tenía a buen resguardo su intimidad. Un maestro que nunca quiso serlo. Un ser humano que no dejó de buscar entre la duda y la certeza, entre el amor y el desengaño, entre la razón y la pasión...


Gracias por la huella de tu vida en la mía. 


Allá por el año 87 acudía a mi primer concierto en el patio interior del antiguo Cuartel del Revellín de Ceuta, donde hoy se encuentra el nuevo teatro. Allí Luis Eduardo Aute, ni más ni menos, terminó cediendo ante los gritos de dos adolescentes que gritaban como locos: ¡las cuatro y diez, las cuatro y diez...! Yo no sabía por qué le pedíamos esa canción, porque no la conocía, pero Maite, que estaba a mi lado, me animó a hacerlo.

Pasados los años empecé a apasionarme por la música de cantautor y esa canción se terminó convirtiendo en una especie de talismán en mi colección de música.

Con el tiempo terminé componiendo y cantando, desnudándome tímidamente ante pequeños grupos de amigos y desconocidos íntimos. 
El único escenario de proporciones considerables que he pisado y pisaré fue Santiago de Compostela. Su casco viejo acogedoramente húmedo nunca cierra el telón, que se lo digan a Antonio Recuero, cantautor de calle a las duras y a las maduras.

En una de sus arterias empedradas se encuentra "Paradiso". Una cafetería entrañable que pasa inadvertida para el transeúnte por su entrada angosta que asoma discreta hacia Rúa do Vilar. He pasado horas y horas leyendo y escribiendo resguardado por sus grandes espejos de aspecto antiguo. Un café, un libro, un amigo, lectura o conversación, palabra o mirada... se saborean allí de otra manera.

El hecho es que una tarde, en una de esas "horas paradiso" me sedujo la idea de escribir un retrato romántico como "Las cuatro y diez" de Aute. 
En el prólogo del libro: "Luis Eduardo Aute. Canciones 1966-1999. Cuerpo del delito", Maurilio de Miguel califica de retrato romántico a dicha canción y yo, desde entonces, la denomino así.

Tardé bastante en conseguirlo, pero escribí la canción. La imagen que describo es parecida en algunos aspectos pero es radicalmente diferente, pues el encuentro que recreo no se da físicamente, aunque se produce.

Con los años esta canción ha ido creciendo en matices y significado. La forma no ha cambiado, no obstante el fondo sí.

Canción: Paradiso. L&M: Manu dg


Aunque sé que no estás
se me hace inevitable pasear
por Rúa do Vilar
y parar en el Paradiso
a tomar un café.

Durante unos veinte minutos
te espero leyendo
aunque sé que esta vez
no aparecerás radiante y sencilla
como sueles hacer.

Y empiezo a escribirte la carta
que te he prometido
una y otra vez
aunque ya lo sabes...
lo mío es mirarte y ganarte la vez.

¡Maldita sea, no dejo de pensarte!...
no ha habido tiempo aún
para acostumbrarme a estar tan distantes.
Aunque fui yo quien dijo, alguna vez,
que nos vendría muy bien.

Por un momento te presiento entre la gente
y vuelvo el rostro pronunciando tu nombre
con ternura mientras miro el reloj.

Aunque no estás aquí el tiempo se me ha ido
y, cómo no, llegaré tarde a casa
y será una vez más por estar junto a ti.

Mi mano busca tu cintura
para acompañarte a la puerta y salir,
sin dar con tu cuerpo no hay besos
ni prisas que te hagan reír.

Hoy no es de esos días "carpe diem"
aunque bien pensado, tal vez, hay cosas
que sólo se aprecian cuando las dejas de tener.

Y me vienen a la memoria unos versos de Salinas
que dicen así:

"No quiero que te vayas,
dolor, última forma de amar...
Tu verdad me asegura
que nada fue mentira.
Y mientras yo te sienta,
tú me serás, dolor,
la prueba de otra vida
en que no me dolías.
La gran prueba, a lo lejos,
de que existió, que existe,
de que me quiso, sí,
de que aún la estoy queriendo."

1 comentarios:

BetMGM - Play Online Poker - Dr.MCD
BetMGM is one of the most well-known and trusted poker 진주 출장마사지 rooms in Las Vegas. It 태백 출장마사지 is located in the 오산 출장안마 heart of 양주 출장마사지 the 김포 출장안마 world of Las Vegas, where it is

Publicar un comentario