Redes...

La bebida de la hospitalidad


Querida Meryem

Ahora que te has acostumbrado al té moruno, me gustaría contarte algo sobre esta “bebida de la hospitalidad” que tan buenos recuerdos me trae de Marruecos. Aunque, como buen “caballa”, ya la conocía desde muy joven. No obstante, fue en Marruecos donde esta bebida me ganó el corazón a través del gusto. Supongo que también ayudó la manera de beberla, en aquel contexto, donde la prisa era una extraña que no era bienvenida a casi ningún sitio. Ten en cuenta que mis recuerdos son de hace 30 años. No sé cómo son las cosas allí ahora mismo. Por aquél entonces, el tiempo corría más despacio; la mirada se posaba con calma en el rostro del amigo, o en el devenir de la vida cotidiana; y el gesto de coger el vaso y beber, parecía más un rito que un movimiento mecánico.

Originario de Marruecos, está extendido por todo el Magreb. Se consume a lo largo de todo el día y es la bebida que se ofrece habitualmente al invitado como muestra de hospitalidad.

A pesar de su importancia social en el Magreb, donde se ha convertido en la bebida tradicional por excelencia, el té con hierbabuena tiene una historia bastante reciente. Sus orígenes se remontan al siglo XIX, cuando el té llega a Marruecos introducido por los británicos, que buscaban nuevos mercados para este producto, cultivado en su colonia de la India. El producto tuvo buena acogida entre los marroquíes, que lo mezclaron con sus infusiones tradicionales de hierbabuena.

También te sorprenderá saber que el té verde, el más utilizado para preparar el té moruno, no se cultiva en Marruecos sino en las montañas cercanas a Shanghai y en la provincia china de Zhejiang. En realidad, en Marruecos no se cultiva té, al menos en cantidades comerciales.

Pero lo realmente fascinante es el ritual de su preparación y su manera de servirlo (que no tiene nada que ver con lo que me has visto hacer tantas veces).

Según la tradición (aunque esto depende del lugar) se utilizan dos teteras: la primera suele ser de una calidad inferior y es usada solamente durante la preparación; la segunda es más vistosa y de mejor calidad. Esta es la que se utiliza para servir a los invitados.

Una vez preparado el té hay varias maneras de servirlo: en algunos sitios se llenan los vasos de té y se vuelven a introducir en la tetera para luego servirlos de nuevo; en otros lugares se hace lo mismo pero sólo con el primer vaso.

Otro dato llamativo del ritual es que la espuma forma parte importante del té moruno ya que se considera símbolo de buena fortuna. Para conseguirla, el té se debe servir desde la altura, es decir que se sirve estirando el abrazo y generando distancia desde la tetera hasta la taza.

La tradiciones, en el modo de servirlo, que te he explicado hasta ahora, pueden tener su origen en que como el té no se remueve con una cuchara, para diluir mejor el azúcar se escancia desde cierta altura, de modo que forma una ligera espuma, luego vuelven a verterlo en la tetera, y así varias veces hasta que consideran que está bien mezclado. Al parecer es una forma de que el té se oxigene, potenciando su sabor. El sabor y el aspecto del té van cambiando según se va sirviendo. Los primeros vasos son más amargos y en los últimos se aprecia más el azúcar que ha quedado en el fondo de la tetera.

Pero aquí no queda todo. Según una tradición muy extendida, el té se sirve en tres momentos (vamos que te tomaras tres vasitos de té) con la siguiente leyenda de los bereberes:

El primer te es amargo, como la vida.

El segundo es fuerte, como el amor.

El tercero es dulce como la muerte.

Este paulatino cambio en el sabor se produce porque el azúcar se añade al principio de la elaboración del té y no en cada vaso, como suele ser habitual en otros tés. Por lo tanto a medida que se sirve de la tetera, más se aprecia el azúcar que se precipita al fondo. Un ejemplo más de cómo un elemento cultural sencillo puede llegar a reflejar toda una filosofía de vida.

Eso sí, llegados a este momento, te aconsejo coger el vaso al estilo moruno: con el dedo corazón en el “culo” del vaso y el pulgar en el borde, para no quemarse.

También te recomiendo tomar el té con alguna pasta de la región. La repostería marroquí es… ¿cómo lo diría?...

¡Increíble!

Aunque yo prefiero la chuparquía, también llamada chebbakia. Dulce marroquí tradicional durante el mes del Ramadán, hecho de masa con almendras, que se fríe en aceite y luego se impregna de miel y semillas de sésamo.

Salud.


Nota: En caso de diabetes, se puede sustituir el azúcar por edulcorante. Respecto a la chuparquia... "no se lo digas a mamá". 

0 comentarios:

Publicar un comentario